Tiempo de calidad en Familia y con los vecinos

Quiero compartir con cada uno de ustedes, la hermosa experiencia de disfrutar de un tiempo de calidad en familia, y con los vecinos.


Mis hijas, Migdalys (10 años) y Yoselyn (8 años), están en la casa motivado que en el colegio, las maestras pidieron que no llevaran a los niños ya que ellas, están elaborando las boletas de fin de curso, por eso, las niñas desocupadas en casa.

Y pensar, que tenemos dañado la señal satelital desde hace mucho tiempo, de no contar con internet, el teléfono de la casa que no permite llamadas y de no contar con mucho dinero, resolvimos pasar al menos 2 horas ocupados y haciendo algo distinto y alternativo, decidimos jugar metras, pichas o canicas (como se dice en otros países).

durante días las venía observando jugar con unas metras que le obsequió su abuela materna, otras que se han conseguido, guardan, sacan, limpian, todo un ritual, estos últimos días, hasta que me convencieron de jugar "pichas".

les pedí que hicieran en el patio del fondo, un agujero en la tierra, que contaran por los cuatro lados del hoyo, 3 ó 4 pasos y trazaran rayas que formaran un recuadro, y cuando salí a observarlas, ya tenían hecho un recuadro a su manera, podrán imaginárselo...  y en ése recuadro jugamos!

Iniciamos primero nosotros 3, enseñándoles las reglas del juego, cómo se agarra y se lanzan las metras, después de los primeros 20 minutos, ya habían entendido medianamente el juego, luego se incorporó mi esposa, a los minutos, llegó un vecino con nuestra licuadora (batidora) que no funcionaba bien y ya reparada, e inmediatamente, lo incorporamos al juego, ya estábamos 5 personas jugando: 3 adultos y 2 niñas, a los minutos, llegó el vecinito de al lado de 8 años, y pidió se le abriera y le permitiéramos jugar, así se hizo.  6 personas jugando el recuadro con metras, 3 adultos y 3 niños, gran experiencia.

Y es que en éste proceso de transmitir una tradición, enseñar, jugar y divertirnos, fue la mejor manera de compartir, jugamos hasta que oscureció, y quedaron con ganas de más.

Olvidarnos por un momento que, por más difícil sea la situación actual por la que atraviesa nuestro país, con carencia de todo tipo, eso no nos quitó el deleite que genera el transmitir lo que somos, dedicarnos desde unos minutos hasta unas horas, dedicar nuestro tiempo, nuestras vidas, en hacer "Familia", es el tipo de experiencia que nos enriquece el alma, y nos remonta nuevamente a lo más importante de la vida, transmitir vida.

Por eso, para aquellos que piensan que todo esta mal, con visión pesimista de todas las cosas, sin esperanza, les digo, que miremos a nuestros niños, compartamos nuestras vivencias, nuestros juegos, nuestros cuentos de antaño, nuestros chistes viejos, teniendo en mente que "recordar es vivir" y que compartir con nuestros hijos lo vivido es siempre un deleite para el alma.

Y hoy, de nuevo, vamos por la revancha...